sd. La más reciente revelación de los cables de Wikileaks dominicanos expone las presiones que la Embajada de los Estados Unidos en el país ha ejercido sobre el presidente Leonel Fernández, a quien pide informes, explicaciones y «monitorea» el desempeño de los miembros del gabinete de Gobierno que él encabeza, en ocasiones expresando críticas descarnadas acerca de los funcionarios.
sd. La más reciente revelación de los cables de Wikileaks dominicanos expone las presiones que la Embajada de los Estados Unidos en el país ha ejercido sobre el presidente Leonel Fernández, a quien pide informes, explicaciones y «monitorea» el desempeño de los miembros del gabinete de Gobierno que él encabeza, en ocasiones expresando críticas descarnadas acerca de los funcionarios.
Asimismo, uno de los cables refiere que Fernández habría dicho que «cancelaría a los oficiales policiales corruptos cuando se le suministrara evidencia y le pidió a la embajada ayuda para lograr dicha evidencia», a esto el embajador Hertell ofreció proveer «detalles adicionales sobre los oficiales corruptos conocidos».
Sobre el tema de Haití y al entonces embajador dominicano en esa nación, el cable destaca que «dando seguimiento a conversaciones anteriores entre el embajador y Fernández sobre Haití, se refirió a los rumores de que el embajador dominicano en la vecina nación, José Serrulle Ramia, no estaba siéndole totalmente fiel a las directrices de políticas dominicanas. Fernández respondió que había elegido a Serrulle porque pertenecía a una respetada familia y es serio, educado, honesto y confiable y habla perfectamente el francés y el creole, siendo por tanto un representante adecuado de RD».
Sin embargo, de acuerdo a los cables, Fernández concedió que Serrulle es, «como otros en su familia, es un poco loco y emotivo «.
Al margen de la información principal de ese cable del 11 de febrero de 2005 aparece la nota siguiente: «El Canciller Carlos Morales Troncoso, en comentarios al embajador el 7 de febrero, dijo que Serrulle era un inútil y un loco y dijo que sería cancelado en las próximas dos semanas».
Por su parte, el embajador estadounidense en el 2008, Robert Fannin, en un cable de agosto de ese año, alega que «la destitución de Alejandrina Germán, de la Secretaría de Educación para llevarla al ministerio de la Mujer fue algo positivo, dados los alegatos de corrupción contra ella».
Además, menciona que la Embajada «no está demasiado impresionada» con el desempeño de José Ramón «Monchi» Fadul , como ministro de Trabajo, «donde lucía desinformado sobre temas importantes».
Con respecto al Ministro de Turismo, Francisco Javier García Fernández, el cable afirma que «está siendo premiado por su rol como director de campaña en la reelección del Presidente Fernández. El Ministerio de Turismo es visto por muchos dominicanos como una posición lucrativa».
Además, señala que «durante el tiempo que fue ministro de Industria y Comercio, García apoyó los intereses del transporte que se oponían a los derechos de una compañía estadounidense a implementar nuevos contratos, algo que casi evitó que el CAFTA-RD entrara en vigencia. Un representante de la Cámara de Comercio le dijo al embajador que no se sentía demasiado impresionado con el trabajo que llevó a cabo García en Industria y Comercio», concluye el reporte del embajador Fannin.
destituciones
El cable dice que el 2 de mayo, en respuesta a la solicitud del embajador estadounidense, el presidente Fernández relevó de su cargo al jefe de inteligencia y a otros dos altos funcionarios, de los que se sabe son corruptos y que tres posibles ascensos que provocaban seria preocupación para EE.UU. no se llevaron a cabo: el general Héctor Medina Medina no fue nombrado Ministro de las Fuerzas Armadas; el general Rafael Bencosme Candelier no fue nombrado Jefe de la Policía; y José Muñoz Monción, almirante retirado no fue seleccionado como jefe de la Marina.
