No sólo debe dedicarse a luchar en contra de la corrupción y de la impunidad; debe luchar por conquistar el poder… ¿Quién será el candidato? No lo sé, pero sí estoy seguro que no debe ser ningún miembro de la oposición política reconocida por el sistema, cuya ineptitud le ha permitido al PLD gobernar el país como si fuera un potrero (y es lo que seguirá haciendo si las marchas se aíslan del principal objetivo político).
El Movimiento Verde no puede estar sujeto a las nimiedades de quienes quieren enclaustrarlo en un convento para permitirle al perverso y corrupto PLD que se perpetúe en el poder. Desde ya deben ser escogidos dos o tres figuras reconocidas a quienes les duela la patria; y debe quedar claro que la lucha tendrá que ser feroz. Quienes crean que pueden contar con comerciantes e industriales están muy equivocados: la oligarquía y la burguesía se nutren de ellos; las clases no se suicidan. Danilo Medina es, en este momento, quien mejor sirve al frente oligárquico (al que está adscrita la burguesía por no haber desarrollado conciencia de clase), y este hará lo que sea necesario para que permanezca en el poder arrodillado a sus pies.
No ha sido fortuito el espaldarazo del gobierno a la penalización del aborto: es el apoyo a las iglesias a cambio del respaldo político, y estas, sobre todo la católica, junto a militares, dueños de bancos y periódicos, terratenientes e industriales, constituyen el frente oligárquico que de nuevo buscará la reelección del actual mandatario. Si el Movimiento Verde no se fija como meta la toma del poder, tendremos PLD hasta el 2044, como dijera Leonel Fernández, el genio que logró la transformación del PLD (de un partido de cuadros a uno de delincuentes y cuatreros).
