La educación de las ciencias económicas ha fallado. Por Julio Díaz Sosa

Como economista a través de los años he sido abordado por familiares y amigos para que les provea un pronóstico de la situación económica de nuestro país y del mundo. Mi respuesta a esta interrogante ha sido cónsona con la frase que una vez me dijo un profesor nuestro en la maestría de Economía Aplicada, su nombre es John Driscoll y es funcionario de la Reserva Federal de los Estados Unidos: “Los economistas somos malos pronosticando crisis, pero somos buenos estudiándolas para determinar por que sucedieron.” Esta frase lapidaria del profesor Driscoll da al traste con la evolución que ha sufrido las ciencias económicas en los últimos años, que se ha quedado corta en pronosticar los estallidos de las más recientes crisis financieras y de los efectos de las políticas económicas que se han tomado para paliar dichas crisis.

Un ejemplo palpable de la desconexión existente de las ciencias económicas con la realidad económica actual, es que muchos economistas y hacedores de políticas públicas pensaron que el alivio cuantitativo o Quantitative Easing iba a generar una fuerte espiral inflacionaria, y que las fuertes medidas de austeridad implementadas en Europa después de la crisis financiera del 2007-2008 iba a generar confianza, y por consiguiente tendríamos una economía global creciendo vertiginosamente. La idea de que el monetarismo de Milton Friedman nos iba a salvar de las garras del keynesianismo fueron mal infundadas y ninguna herramienta macroeconómica ha funcionado para resolver el estancamiento económico actual.   

Los políticos hablan de reforma estructural, pero sus palabras resuenan como una caracola vacía, porque se percibe como parte del discurso insipiente de dicha clase. La realidad es que la ciencia económica se ha quedado atrapada en sus modelos econométricos y matemáticos que nos han embriagado de intelectualidad y no vemos a las demás ciencias sociales como herramientas a utilizar para hacer nuestros análisis económicos. La economía ha sido convertida en una ciencia de laboratorio, donde modelos matemáticos con asunciones de racionalidad del individuo son utópicos, para una ciencia social que está llamada a estudiar a la sociedad en todos los órdenes para poder comprenderla.   

Decía el economista y filósofo británico del siglo XIX John Stuart Mill, que nadie puede ser un gran economista, si él o ella es sólo un economista. Y es ahí donde está el fracaso de la educación de la ciencia económica en nuestros días, ya que la mayoría de las escuelas de economía del mundo, no les exigen a sus estudiantes tomar clases en psicología, filosofía, historia, ciencias políticas, sociología etc. Puesto que estas disciplinas les darán una óptica más amplia de la realidad que vive la sociedad en su diario vivir, y cuáles son las variables endógenas y exógenas que influyen en las tomas de decisiones; resolver ecuaciones matemáticas no va a equipar a los estudiantes de economía con las habilidades mentales de ver más allá de la curva el comportamiento heterogéneo de la sociedad en su conjunto.  

La desconexión de las ciencias económicas con la realidad del mundo exterior llegó con el dominio de los economistas neoclásicos en el pensamiento económico a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, donde los modelos matemáticos tomaron la escena principal, y que estos eran la solución para demostrar cómo funcionaban las distintas fuerzas que convergen en los mercados, esto llenó de un ego de superioridad intelectual a los economistas que llegaron a ver y aún en nuestros días algunos ven a los demás científicos sociales como insignificantes intelectualmente hablando. El economista estadounidense Irving Fisher, es un ejemplo de la arrogancia intelectual de los economistas neoclásicos de la época, Fisher llegó a decir que la economía era como una máquina, que los mercados se ajustaban por si solos, simplemente por el hecho de un cambio en la oferta o en la demanda.

A nuestro entender, el economista que ve a la economía como una simple máquina, sólo ve los problemas económicos como problemas matemáticos para resolver. Es por ello, que vemos que los grandes economistas de la historia han incursionado en distintas áreas del saber y no se han limitado a diseñar modelos económicos basado en la racionalidad del individuo, supeditado a un océano de ecuaciones matemáticas. Dos ejemplos de estos economistas que describo son: Joseph Schumpeter and Friedrich Hayek, de la escuela económica austríaca. Ambos diferían de la idea de Fisher sobre las ciencias económicas. Schumpeter dijo que una economía capitalista se desarrolla a través de una incesante destrucción de las viejas relaciones. Por otra parte, Hayek dijo que la magia del mercado no estaba en un sistema de equilibrio general sino en planes dispares de un sin número de individuos en un mundo de conocimiento disperso, en otras palabras, Hayek no compartía la tesis de que los individuos son racionales a la hora de tomar decisiones. Schumpeter, además de economista era abogado y Hayek, estudio leyes y ciencias políticas.

Los jóvenes economistas no debemos limitarnos solamente a las matemáticas y a las estadísticas, debemos explorar otras áreas del saber científico social como filosofía, política, historia, sociología, psicología, etc., para poder entender mejor el mundo de hoy. Debemos leer clásicos como La República de Platón y Política de Aristóteles, para entender el rol de la política en las tomas de decisiones económicas. La filosofía nos enseña acerca de las limitaciones de los modelos económicos para entender el pensamiento humano y ético. Porque si nos dejamos obnubilar por la arrogancia intelectual que nos ofrecen las matemáticas, seremos vistos ante la sociedad como los intelectuales idiotas del siglo XXI, que no entienden cómo funciona el mundo real.  

Comentarios con Facebook

También te va a interesar

Nacionales

Fuertes presiones a lo interno de la Fuerza del Pueblo para que Omar Fernández desista de candidatura a senador por el DN; le piden preservarse para presidenciales del 2028

Una fuente altamente fidedigna e irrefutable consultada por este medios reveló que estarían «arreciando los intentos y esfuerzos a lo interno de la Fuerza del Pueblo para que Omar Fernández desista de continuar procurando ser […]