OPINION: El complicado panorama del expresidente Leonel Fernández. Por Leonardo Jaquez

Situado en la frontera de los 70 años y tras haber gobernado en tres ocasiones la República Dominicana, el expresidente Leonel Fernández se encuentra en una situación difícil de cara a las posibilidades de éxito electoral en el 2024. Ya que mientras el PLD no tenía candidato presidencial definido y mientras Danilo Medina era lo que más reinaba allí dentro, las bases partidarias drenaban su ira y sus deseos de pertenecer inscribiéndose en las filas de la Fuerza del Pueblo.

Pero ya finalizado el pasado domingo el proceso interno de elección, llamado consulta nacional, dicho partido tiene un candidato presidencial que ganó con un contundente 60% y lleva cinco victorias electorales consecutivas desde el 2002 cuando ganó diputación por Santiago, la cual ocupó por tres periodos seguidos hasta el 2016 cuando se postuló victorioso a la alcaldía por la misma provincia siendo reelegido en 2020 desafiando al entonces líder todopoderoso y presidente de la República, Danilo Medina Sánchez.

La elección de Abel Martinez en internas PLD sella el drenado masivo que había hacia la Fuerza del Pueblo, lo que proyecta panorama de los verdes un tanto grisáceo, complicado. Ya que la FUPU ante la imposibilidad de poder beber agua del manantial morado ahora deberá rearticular discurso y cambiar rostros del frente de batalla para lograr seducir a franja de la sociedad que no es partidista. Esta franja del espectro electoral es la única que le podría proveer a la FUPU nuevas fuerzas, nuevos adeptos y nuevas voluntades ciudadanas.

Frente a esto, el envejecido expresidente Leonel Fernández está obligado a renovarse más allá de haberse quitado el bigote en la pasada campaña electoral y de utilizar con mas frecuencia chabacanas y camisas mangas largas sin sus acostumbrados trajes de colores sombríos. A partir del domingo pasado el panorama electoral 2024 cambió totalmente. Tan así, que a ahora veremos una lucha descarnada entre PLD y la FUPU en procura de encabezar liderazgo opositor y colocarse en la segunda posición en el tablero electoral con la esperanza de una segunda vuelta donde ambas organizaciones puedan concretar un pacto que desplace del poder al presidente Luis Abinader. Solo este escenario mantiene vivas las esperanzas de quienes gobernaron por 20 años la República Dominicana en últimas tres décadas.

Esta posibilidad obliga al presidente Abinader y su gobierno acelerar los procesos de cambios y transformaciones por los cuales sociedad le votó en pasadas elecciones, y por igual, en la medida de las posibilidades, procurar que el Ministerio Público avance las investigaciones que lleva a cabo sobre la administración pública en pasado gobierno, ya que neutralizar al PLD será fundamental para los aprestos reeleccionistas.

Dudo que a partir de ahora el expresidente Leonel Fernández logre aumentar apoyos que se evidencian en favor de su candidatura en reputadas encuestas. Sino todo lo contrario, veremos un debilitamiento ante el fortalecimiento del PLD con un Abel Martinez que será quien representará lo nuevo, novedoso, fresco y joven en el escenario nacional presidencial.

Hay que recordar que más del 50% del quienes están inscritos en el padrón electoral tiene menos de 40 años en la República Dominicana. Una realidad que obliga transformar los discurso, rearticular las ideas y propuestas y seducir con nuevos códigos a jóvenes con grandes expectativas de lo que debería ser su país en términos de infraestructuras, oportunidades, posibilidades, servicios públicos y estándares democráticos e institucionales.

Esos jóvenes ya no aspiran a la New York Chiquito que prometió el tres veces presidente en 1996 sino a una República Dominicana grande donde no se les expulse a vivir en lejanas tierras.

A pesar de estos enormes desafíos, al expresidente Leonel Fernández se le ve con el mismo discurso de siempre y con los mismos rechazados que le acompañaron en sus gobiernos. No ha mostrado nada nuevo, ni innovador, hasta ahora. De continuar así lo del 2024 más que unas elecciones con reales posibilidades de alcanzar el poder serán para él un proceso que lo pudiese colocar al borde de la jubilación alcanzando, muy posiblemente, una vergonzosa tercera posición que hasta haría peligrar liderazgo en su partido.

Por eso, reitero, el expresidente Leonel Fernández la tiene muy difícil de cara a elecciones 2024.

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