El lector que tome papel y lápiz para citar los actos fallidos e indebidos de las gestiones moradas, le alcanzarán para un “Listín”, un “Caribe” un “Hoy” un “Nacional” un “Día” y varios periódicos digitales.
–Comience por un titular reciente: “Mueren 14 niños en la Maternidad”: niveles y rasgos inéditos.
–Indescriptible y deprimente el panorama del hospital de El Seybo. Retrato a cuerpo mutilado del sistema sanitario del país.
–Pasando a la reparación de hospitales, al relatarse el comportamiento fallido, es insuficiente un periódico para describir fraudes y engaños que asumen la silueta de la OISOE en tiempos del suicidio del Arq. David Rodríguez.
Si Dato viviera, saliera otra vez al exilio o se cayera muerto deprimido ante el grave deterioro de decenas de hospitales y de contratos no firmados o con años retrasados y otras diabluras.
–El caso de Odebrecht basta y sobra para que se entienda cualquier pregunta sobre la naturaleza y la característica de un gobierno fallido.
–Odebrecht. Como lo mucho “hasta Dios lo ve”, es obvia la protección cómplice de múltiples funcionarios excluidos del proceso judicial actual impuesto por las circunstancias, incluidas las internacionales.
–El colmo es que reportajes televisivos muestran en la pantalla a personajes “no enlodados” actuando justo en la actividad, por la cual ya fueron imputadas más de diez personas. Dado que cinismo no falta, todavía repiten que el caso se llevará hasta las “últimas consecuencias, caiga quien caiga”.
–Lo sucedido con Punta Catalina ha sido otro gran chasco demostrativo del gobierno fallido. Lo hecho por la comisión de notables pudo hacerlo la PGR dejando igual número de preguntas sin respuestas. O enunciados al estilo del medio vaso de agua: ni lleno ni vacío.
Si los desafíos del pueblo dominicano son diversos y complejos ante las embestidas y montajes de todo tipo que debe enfrentar, la situación palaciega es peor. Están acorralados y sin salida ante el juicio de la historia. Inexorablemente.
